Qué es el ibuprofeno y para qué se utiliza:
El ibuprofeno es un fármaco que pertenece al grupo de los antiinflamatorios no esteroides (AINEs) y se utiliza para aliviar el dolor leve a moderado, reducir la inflamación y bajar la fiebre.
Mecanismo de acción:
El ibuprofeno actúa inhibiendo la síntesis de prostaglandinas, sustancias que se producen en el organismo y están involucradas en la respuesta inflamatoria, el dolor y la fiebre. Esto se debe a su capacidad de unirse de forma competitiva y reversible a la enzima ciclooxigenasa, que es responsable de la producción de prostaglandinas a partir del ácido araquidónico.
Farmacocinética:
- Absorción: Después de su administración oral, el ibuprofeno se absorbe rápidamente y en gran cantidad, alcanzando concentraciones máximas en el plasma en un tiempo que varía según la forma farmacéutica utilizada. La presencia de alimentos retrasa la absorción, pero no afecta la cantidad total absorbida.
- Distribución: El ibuprofeno se une en gran medida a las proteínas plasmáticas y tiene una distribución amplia en el organismo, incluyendo el líquido sinovial y la capacidad de atravesar la barrera placentaria. No se ha detectado en cantidades significativas en la leche materna.
- Metabolismo y eliminación: El ibuprofeno es metabolizado principalmente en el hígado, generando metabolitos inactivos. Más del 90% de una dosis de ibuprofeno se elimina a través de la orina, principalmente en forma de metabolitos o sus conjugados glucuronados. Menos del 10% se excreta sin cambios. El tiempo de eliminación del ibuprofeno es de aproximadamente 2-4 horas.
Indicaciones y posología:
El ibuprofeno está indicado para el tratamiento del dolor leve a moderado y la fiebre. La dosis recomendada varía según la edad del paciente:
- Adultos, adolescentes y ancianos: Se deben utilizar presentaciones adaptadas a esta edad. La dosis habitual es de 200-400 mg cada 4-6 horas, no superando los 1.200 mg en 24 horas.
- Niños hasta 12 años: La dosis se calcula en base al peso del niño, con una recomendación de 20-30 mg/kg/24 horas, repartidos en 3-4 tomas. Es importante respetar un intervalo mínimo de 4 horas entre cada toma.
Precauciones y contraindicaciones:
- Hipersensibilidad al ibuprofeno u otros AINEs, así como alergia a salicilatos.
- Úlcera péptica activa o recidivante, enfermedad inflamatoria intestinal activa u otros factores de riesgo de hemorragia gastrointestinal.
- Alteraciones de la coagulación.
- Insuficiencia renal o hepática grave.
- Insuficiencia cardíaca grave o hipertensión arterial no controlada.
- Embarazo, especialmente durante el tercer trimestre.
- Lactancia, debido al riesgo de inhibir la ciclooxigenasa en el lactante.
Efectos adversos:
El ibuprofeno puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los experimentan. Los más comunes incluyen problemas gastrointestinales como dispepsia, diarrea, náuseas y vómitos. También se han reportado reacciones cutáneas, alteraciones visuales, efectos cardiovasculares, alteraciones en la función renal y trastornos hematológicos, entre otros.
Sobredosis:
En caso de sobredosis de ibuprofeno, pueden aparecer síntomas como dolor abdominal, náuseas, vómitos, mareos y letargia. En casos más graves, pueden producirse complicaciones como hemorragia gastrointestinal, hipotensión y alteraciones renales. Ante una sobredosis, se debe buscar atención médica de inmediato.
Conclusiones:
El ibuprofeno es un fármaco ampliamente utilizado para aliviar el dolor, reducir la inflamación y bajar la fiebre. Sin embargo, es importante utilizarlo siguiendo las indicaciones y dosis recomendadas, así como tener en cuenta las precauciones y contraindicaciones. Ante cualquier duda o aparición de efectos adversos, se debe consultar a un médico o farmacéutico.
