Copas menstruales
Las copas menstruales de farmacia son uno de los métodos más ecológicos de higiene íntima femenina para el periodo de menstruación. Se trata de, como su nombre indica, una copa en forma de embudo, elaborada en materiales flexibles como goma o silicona, que al insertarse en la vagina recoge el líquido que se va liberando.
Al tratarse de un método reutilizable, se evita crear la gran cantidad de desechos que las compresas y tampones suponen a lo largo de la vida fértil de una mujer, además de resultar prácticas una vez se ha acostumbrado a ellas, pues dependiendo del volumen del flujo es posible llevarlas hasta 12 horas seguidas.
Para colocarse la copa menstrual basta con lavarse bien las manos y aplicar agua o un lubricante en los bordes de la copa, algo especialmente importante si se trata de las primeras veces que se usa el producto. Después dóblala por la mitad, sosteniéndola con una mano por el borde hacia arriba, e insértala de forma normal como harías con un tampón. Una vez colocada, gírala para que se abra y cierre el paso herméticamente. También hay productos como el aplicador de copa menstrual intimina, que facilitan en gran medida tanto la inserción como la extracción de la copa, algo muy práctico las primeras veces.
Una copa bien insertada y lubricada no produce molestias ni se siente siquiera, y permite movilidad total y actividades como saltar, moverse o hacer cualquier ejercicio. En cualquier caso, hay varios tamaños de copa menstrual, por lo que si no sabes cuál es el tuyo deberías consultarlo con tu ginecólogo.
La copa puede llevarse entre 6 y 12 horas antes de que se llene y sea necesario vaciarla para que no haya pérdidas o filtraciones. Una vez extraída, es necesario lavarla bien y dejarla secar antes de volver a usarla. Bien conservada, puede durar entre 6 meses y 10 años.